Construye tu nemuranai


Soshi Mishi

Mar Nov 23, 2004 7:01 pm

Konnichiwa.
No, puedes seguir leyendo. No se trata de un tema sólo para los miembros de las forjas Kaiu o Agasha, o de los fetiches Asahina o Iuchi. En este tema podéis postear historias de nemuranai y de sus poderes. La mejor de todas ellas hará que su escritor gane 5 puntos... ¡Suerte y buenos kanji!
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"Que Benten os guíe en todas vuestras acciones"

Ultima edición por Soshi Mishi el Mar Feb 08, 2005 5:17 pm, editado 1 vez
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Hida Yorinaga
Creador de Mundos
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MensajePublicado: Mar Nov 23, 2004 8:41 pm Responder citando Back to top

(bien vamos alla)


-"Hace mucho tiempo en los albores del Imperio que ahora conocemos cuando los restos de las hordas del impio derrotado aun pululaban por nuestra querida tierra y ejercitos enteros se afanaban en expulsarlas de este mundo con grandes sacrificios, ocurrieron grandes hechos al margen de los acontecimientos principales.

Un estudiante de Kaiu que si bien era dotado para el noble y hermoso arte de la forja tenia increibles dificultades a la hora de realizar su trabajo y de entender las enseñanzas de su gran sensei. Tras años y años de duros trabajos si bien sus obras eran de una gran calidad no era lo que el esperaba y sentia que les faltaba algo. Decidido a acabar con su tristeza y la verguenza de no realizar un objeto a la altura de las espectativas marcho lejos.

Viajo durante dias sin buscar descanso, recorrio todo tipo de parajes diferentes, sin hallar consuelo en ninguno de ellos, muchos se acercaron a verle e intentar aliviar su sufrimiento pero nadie podia.


Un dia tormentoso, gelido y desapacible estaba recorriendo un paso entre montañas cuando los mas inclemente de la tempestad caia sobre el, entonces entre los delumbrantes relampagos y los atronadores truenos encontro una pequeña cabaña medio oculta en una cavidad.


Se acerco a la extraña vivienda ubicada en tan singular sitio, llamo a la puerta y nadie le respondio. Con cuidado deslizo el panel de papel de la puerta y se interno en la vivienda, esta estaba a oscuras y apenas mobiliario adornaba y ocupaba las solitarias estancias, encendio fuego y se preparo algo de comer. Una vez satisfecha su hambre, se recosto en un rincon y descanso como nunca lo habia hecho.

Esa noche tuvo un extraño sueño, en el le aparecia una doncella con la cara cubierta por un velo, lo que mas le atraia de ella eran sus ojos, enigmaticos, hipnoticos, y hermosos, la doncella le hablo en sueños pero el no escuchaba sus palabras, al fin con un gesto de su mano a modo de despedida la doncella se difumino en su sueño y desaparecio, entonces el desperto.


Al despertar escucho el ruido de una forja y decidio investigar, descubrio una puerta trasera que daba a una caverna, la recorrio con paso firme mientras descendia por la seca, polvorienta e inhospita cavidad.


Al cabo de incontable tiempo llego hasta una gran sala donde multiples obejtos estaban amontonados y donde en un rincon una enorme forja crepitaba con furia rojiza arojando lenguas de fuego y chispas.Delante de la forja se encontraba un anciano, y el rostro del aprendiz de Kaiu se ilumino, aqui podria descubrir lo que hacia falta para crear sus preciados objetos de la forma correcta.

Aprendiz-"Oh Gran y Noble Anciano, Maestro del fuego y de los objetos, enseñadme a crear lo que mi interior ansia"

El anciano se giro despacio mirandolo de perfil y sonrio de forma sombria
y asintio.


Anciano-"Te enseñare pero has de vivir aqui y trabajar duro para mi y solo cuando yo diga estaras preparado para hacer ese objeto que buscas"


El aprendiz de Kaiu asi lo hizo y se puso de inmediato al trabajo, asi estuvo años y años, creando objetos de exquisita manufactura a pesar de las agotadoras jornadas, nunca cejo ni se quejo.


Un buen dia ya estaba cerca de lo que queria y el Anciano sonrio satisfecho y le dijo que el momento estaba cerca, esa noche sus deseos se verian satisfechos.


El aprendiz de Kaiu se alegro muchisimo y en anticipacion al enorme esfuerzo se fue a descansar y rapidament se durmio. Mientras dormia la doncella despues de tanto tiempo se le aparecio en sueños, cantanoley susurrandole, mas esta vez si entendio lo que le decia, le advertia del Anciano, que tuviese cuidado, que ella estaba encerrada en una habitacion oculta, que cuando crease el objeto le mataria.



El aprendiz de Kaiu se desperto sobresaltado y empapado de sudor, pensativo y receloso, avanzo a hurtadillas hasta la sala contigua y se acerco hasta donde dormia el Anciano, alli lo que vio le puso furioso y le helo la sangre de las venas, en vez del Anciano veia a un Oni k estudiaba unos pergaminos. Se alejo con sigilo y busco la habitacion oculta. Moviendo un juego de piezas la hallo y la abrio.

Dentro estaba la mujer mas bella que existia para el, y su rostro no estaba cubierto por ningun velo, era una shugenja Kuni y ahblaron largo y tendido temerosos de ser descubiertos. Ambos se juraron amor eterno y llegada la hora el aprendiz de Kaiu le prometio que la liberaria o moriria en el intento, que siempre estarian juntos. Ella le dio una bolsa con unas piedras dentro k siempre le habian dado suerte.


Llegada la noche el aprendiz de Kaiu comenzo los trabajos finales con la atenta supervision del Anciano. El objeto tras largas y duras horas de intenso trabajo tomo al fin forma y en honor de su amada le dio la forma de una esbelta y gracil Naginata pero de grandisima dureza, la habia adornado con las piedras, que no eran sino jade puro. terminado su trabajo en el que habia puesto su alma y su corazon se lo ensño al Anciano y este avido por cogerla mostro su verdadera forma y se dispuso a matarle, entonces la kuni debilitado el poder que la mantnia encerrada al prestar el Oni toda su atencion en el magnifico objeto, salio y castigo con duros hechizos al impio ser, este enfurecido contrataco pero se vio frustado por la naginata del aprendiz de Kaiu que le heria sin cesar.


Ambos viendo que a pesar de sus esfuerzos jamas conseguirian derrotarlo y salir con vida, juntando la Naginata, la amgia de la Kuni y sus voluntades enterraron la Naginata en una hurna de piedra que se convirtio en una transparente hurna de cristalino jade, uan vez hecho esto se lanzaron a por el Oni con abandono y este les dio muerte con facilidad agotados como estaban, al morir ambas almas se unieron y entraron en la urna con facilidad, reposando en el interior de la Naginata, el Oni cegado de furia se destruyo a si mismo intentando romper la urna de puro jade.



--------------------------------------------------------------------------------------


Se dice que el arma solo podra ser sacada por un guerrero que tenga la necesidad de empuñarla por defender a quien mas ame y que es entonces cuando la Naginata mostrara todo su poder, mostrandose opaca y deslustrosa en caso contrario.

Aun nadie ha encontrado tal arma, y es poco probable que muchos sepan de su existencia.

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Cuanto mas grande es la caida, mayor el logro de levantarse y seguir.


Hida Yorinaga

Mar Nov 23, 2004 8:41 pm

(bien vamos alla)


-"Hace mucho tiempo en los albores del Imperio que ahora conocemos cuando los restos de las hordas del impio derrotado aun pululaban por nuestra querida tierra y ejercitos enteros se afanaban en expulsarlas de este mundo con grandes sacrificios, ocurrieron grandes hechos al margen de los acontecimientos principales.

Un estudiante de Kaiu que si bien era dotado para el noble y hermoso arte de la forja tenia increibles dificultades a la hora de realizar su trabajo y de entender las enseñanzas de su gran sensei. Tras años y años de duros trabajos si bien sus obras eran de una gran calidad no era lo que el esperaba y sentia que les faltaba algo. Decidido a acabar con su tristeza y la verguenza de no realizar un objeto a la altura de las espectativas marcho lejos.

Viajo durante dias sin buscar descanso, recorrio todo tipo de parajes diferentes, sin hallar consuelo en ninguno de ellos, muchos se acercaron a verle e intentar aliviar su sufrimiento pero nadie podia.


Un dia tormentoso, gelido y desapacible estaba recorriendo un paso entre montañas cuando los mas inclemente de la tempestad caia sobre el, entonces entre los delumbrantes relampagos y los atronadores truenos encontro una pequeña cabaña medio oculta en una cavidad.


Se acerco a la extraña vivienda ubicada en tan singular sitio, llamo a la puerta y nadie le respondio. Con cuidado deslizo el panel de papel de la puerta y se interno en la vivienda, esta estaba a oscuras y apenas mobiliario adornaba y ocupaba las solitarias estancias, encendio fuego y se preparo algo de comer. Una vez satisfecha su hambre, se recosto en un rincon y descanso como nunca lo habia hecho.

Esa noche tuvo un extraño sueño, en el le aparecia una doncella con la cara cubierta por un velo, lo que mas le atraia de ella eran sus ojos, enigmaticos, hipnoticos, y hermosos, la doncella le hablo en sueños pero el no escuchaba sus palabras, al fin con un gesto de su mano a modo de despedida la doncella se difumino en su sueño y desaparecio, entonces el desperto.


Al despertar escucho el ruido de una forja y decidio investigar, descubrio una puerta trasera que daba a una caverna, la recorrio con paso firme mientras descendia por la seca, polvorienta e inhospita cavidad.


Al cabo de incontable tiempo llego hasta una gran sala donde multiples obejtos estaban amontonados y donde en un rincon una enorme forja crepitaba con furia rojiza arojando lenguas de fuego y chispas.Delante de la forja se encontraba un anciano, y el rostro del aprendiz de Kaiu se ilumino, aqui podria descubrir lo que hacia falta para crear sus preciados objetos de la forma correcta.

Aprendiz-"Oh Gran y Noble Anciano, Maestro del fuego y de los objetos, enseñadme a crear lo que mi interior ansia"

El anciano se giro despacio mirandolo de perfil y sonrio de forma sombria
y asintio.


Anciano-"Te enseñare pero has de vivir aqui y trabajar duro para mi y solo cuando yo diga estaras preparado para hacer ese objeto que buscas"


El aprendiz de Kaiu asi lo hizo y se puso de inmediato al trabajo, asi estuvo años y años, creando objetos de exquisita manufactura a pesar de las agotadoras jornadas, nunca cejo ni se quejo.


Un buen dia ya estaba cerca de lo que queria y el Anciano sonrio satisfecho y le dijo que el momento estaba cerca, esa noche sus deseos se verian satisfechos.


El aprendiz de Kaiu se alegro muchisimo y en anticipacion al enorme esfuerzo se fue a descansar y rapidament se durmio. Mientras dormia la doncella despues de tanto tiempo se le aparecio en sueños, cantanoley susurrandole, mas esta vez si entendio lo que le decia, le advertia del Anciano, que tuviese cuidado, que ella estaba encerrada en una habitacion oculta, que cuando crease el objeto le mataria.



El aprendiz de Kaiu se desperto sobresaltado y empapado de sudor, pensativo y receloso, avanzo a hurtadillas hasta la sala contigua y se acerco hasta donde dormia el Anciano, alli lo que vio le puso furioso y le helo la sangre de las venas, en vez del Anciano veia a un Oni k estudiaba unos pergaminos. Se alejo con sigilo y busco la habitacion oculta. Moviendo un juego de piezas la hallo y la abrio.

Dentro estaba la mujer mas bella que existia para el, y su rostro no estaba cubierto por ningun velo, era una shugenja Kuni y ahblaron largo y tendido temerosos de ser descubiertos. Ambos se juraron amor eterno y llegada la hora el aprendiz de Kaiu le prometio que la liberaria o moriria en el intento, que siempre estarian juntos. Ella le dio una bolsa con unas piedras dentro k siempre le habian dado suerte.


Llegada la noche el aprendiz de Kaiu comenzo los trabajos finales con la atenta supervision del Anciano. El objeto tras largas y duras horas de intenso trabajo tomo al fin forma y en honor de su amada le dio la forma de una esbelta y gracil Naginata pero de grandisima dureza, la habia adornado con las piedras, que no eran sino jade puro. terminado su trabajo en el que habia puesto su alma y su corazon se lo ensño al Anciano y este avido por cogerla mostro su verdadera forma y se dispuso a matarle, entonces la kuni debilitado el poder que la mantnia encerrada al prestar el Oni toda su atencion en el magnifico objeto, salio y castigo con duros hechizos al impio ser, este enfurecido contrataco pero se vio frustado por la naginata del aprendiz de Kaiu que le heria sin cesar.


Ambos viendo que a pesar de sus esfuerzos jamas conseguirian derrotarlo y salir con vida, juntando la Naginata, la amgia de la Kuni y sus voluntades enterraron la Naginata en una hurna de piedra que se convirtio en una transparente hurna de cristalino jade, uan vez hecho esto se lanzaron a por el Oni con abandono y este les dio muerte con facilidad agotados como estaban, al morir ambas almas se unieron y entraron en la urna con facilidad, reposando en el interior de la Naginata, el Oni cegado de furia se destruyo a si mismo intentando romper la urna de puro jade.



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Se dice que el arma solo podra ser sacada por un guerrero que tenga la necesidad de empuñarla por defender a quien mas ame y que es entonces cuando la Naginata mostrara todo su poder, mostrandose opaca y deslustrosa en caso contrario.

Aun nadie ha encontrado tal arma, y es poco probable que muchos sepan de su existencia.

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Cuanto mas grande es la caida, mayor el logro de levantarse y seguir.


Isawa Koushi

Mie Nov 24, 2004 6:35 pm

El abanico de Asahina Ikoru.

La herida sin cicatrizar.

Habían pasado tan sólo unos años desde que Kaimetsu-Uo, hijo de Osano-wo y ancestro de los samurai Mantis hubiese llegado hasta las mismas puertas de Kyuden Isawa y hubiera protagonizado una de las mayores proezas del que se convertiría con el tiempo en el Clan de la Mantis; eso era algo que algunos de los Fénix presentes aquel día no estaban dispuestos a permitir: que alguien que los hubiese humillado siguiese vivo.
Entre ellos estaba Isawa Moritei, prometedor shugenja y Acólito del Agua. Moritei era un gran marino, que desde prácticamente su nacimiento pasó su vida a bordo de un kobune. Si había algo que realmente había molestado aquel día al Isawa, fue que no se le hubiese permitido parar a los samurai que comandaba Kaimetsu-Uo antes de que desembarcaran en tierras del Fénix, y aquello lo consumía pues creía que podía haber evitado la vergüenza de haber atraído la ira de Osano-Wo, una de las mayores Glorias del joven Imperio.

Moritei soñaba una y otra vez con devolverle el golpe a Kaimetsu-Uo y demostrarle que unos samurai como ellos no debían haberse enfrentado a todo un Clan Mayor como era el Fénix; la rabia lo consumía y su irascibilidad comenzaba a agriar su carácter. Su prometida, Asahina Ikoru, temía por Moritei, ya que veía que poco a poco éste se hundía más y más en un rencor ciego que no llevaba a ningún sitio y que era, además, infundado pues, ¿quién rebatiría a Osano-Wo, una Fortuna?¿Acaso no comprendía que la causa de Kaimetsu-Uo fue justa?

Umi no Hi, el día del Mar.

Para desgracia de Ikoru, lo que estaba logrando a base de un carácter dulce como el suyo, fue desbaratado por la codicia de unos Grulla y el deseo de venganza de Moritei.
El recién creado Clan de la Mantis crecía en poder y riqueza, y aunque no representaba peligro alguno para los Clanes Mayores, la seda que poseían era algo que ansiaba la Grulla. Mediante hábiles palabras y una serie de favores sin pagar, un Daimyo menor de los Doji fue capaz de convencer a un señor Shiba de exigirle a la Mantis una tarifa por navegar por aguas de la costa del Fénix, algo que llevaba haciendo desde un tiempo atrás debido al comercio de plata proveniente de las montañas del Clan Mayor. A sabiendas que los hombres de Kaimetsu-Uo se negarían a tales exigencias, el Daimyo Grulla manipuló al señor Fénix para que patrullase la zona y requisase las pertenencias de cualquier embarcación Mantis, para que así pagasen por su desfachatez. El Daimyo Grulla lo que pretendía sin duda era fomentar un enfrentamiento entre ambos Clanes del que la Grulla saliese beneficiada.
El plan del Daimyo Doji salió a la perfección debido entre otras cosas a la ineptitud del Señor Fénix que se dejó manipular a pesar de las advertencias de sus consejeros más avezados. El resultado fue el esperado: en el puerto de Doro Owari Mura, la Aldea al Fin del Camino, unos barcos Mantis cargaban la mercancía recién adquirida en sus kobune, cuando los hombres del Señor Shiba exigieron una tarifa por la estancia en el puerto y por navegar por sus aguas desorbitada. Los Mantis se negaron y tras terminar de cargar la mercancía, partieron. El Señor Shiba, aconsejado por los enviados del Daimyo Grulla, fueron en su busca y tras una trifulca en alta mar, el kobune Fénix se fue a pique. El enfrentamiento estaba servido.
Por méritos propios y por una gran insistencia, Isawa Moritei fue puesto al mando de uno de los Kobune con los que el Fénix respondería a la agresión de la Mantis. Al fin podría el shugenja vengarse de la humillación sufrida.

El Día del Mar fue el elegido para que la pequeña pero consistente flota Fénix fuese al encuentro de los altaneros Mantis.

Las plegarias de Ikoru.

Asahina Ikoru veía impotente como su prometido se preparaba para partir hacia lo que ella creía una muerte en alta mar. Por muy preparado que estuviese, enfrentarse con la Mantis en su terreno era una locura, además de un acto de venganza que sólo podía traer deshonor a su familia. Sin embargo Moritei estaba más allá de toda súplica y preparaba sus pergaminos para partir al día siguiente.
Ikoru lloró amargamente a solas, suplicando a las Fortunas Suitengu y Kaze-no-Kami que velaran por su prometido una vez se hallara en alta mar.
Sabía que Suitengu, la Fortuna del Mar, era fría y cruel, que no atendería sus súplicas a menos que fuesen fervientes y sinceras. Por otra parte, Kaze-no-Kami simplemente ignoraba a los mortales, desatando huracanes sin mirar donde. Sin embargo, Ikoru pasó toda la noche rezándole a aquellas dos Fortunas que tan poco se preocupaban por los mortales.
Durante toda la velada estuvo aferrando entre sus dedos lo que se iba a convertir en el regalo de boda por su parte para Moritei, un abanico en el que había imbuido bendiciones de las Fortunas y sus mejores deseos para con el Isawa. Un pequeño nemuranai que temía nunca podría cumplir su cometido de regalo de boda.

Al día siguiente, Isawa Moritei se preparaba junto a los veinticinco hombres que componían la tripulación de su kobune, el Akai Hane no Musha, el Espíritu de Alas Rojas. Mientras Ikoru, cabalgaba como una posesa desde Kyuden Isawa para despedirse de su prometido, recorriendo Hasu oyobi Kikyo Doro, el Camino del Loto y la Campánula, como un halo.
Justo cuando Moritei subía a su kobune y daba órdenes de retirar la pasarela llegó Ikoru. La Asahina cubría su rostro con un abanico para que no viesen como lloraba, y sus lágrimas, saladas como el agua del mar, lo empapaban. Moritei, aún ciego de ira, fue capaz de ver el dolor de su prometida, vislumbrando aquellos ojos tristes entre los samurai que había en el puerto y con gesto compungido, aunque decidido, le prometió volver.

Fumeiyo no Arashi, la Tormenta de la Vergüenza.

Llevaban dos días en el mar y las embarcaciones Fénix avanzaban hacia las Islas de la Seda con la clara disposición de darles una lección a los seguidores de Kaimetsu-Uo. Sin embargo, la Mantis ni tan siquiera prestó atención a los Fénix, siendo una flota ridícula la que se dirigía hacia ellos no tomaron en serio su disposición bélica, sino que creían que eran enviados diplomáticos y no se molestaron en cerciorarse de la verdadera naturaleza de los samurai Fénix. Aún así, no les quedó más motivo que preocuparse por ellos cuando un Sengokobune Mantis fue apresado por los Fénix, y retenida como rehén hasta que la Mantis pagase un rescate y firmase un tratado por el que pagaría una tarifa al Clan Mayor.
Kaimetsu-Uo no daba crédito a las noticias que le llegaban, y supo de inmediato que detrás de todo había algo más que la codicia del Clan, asumiendo que se trataba de una venganza por lo sucedido años atrás.
Sin pensárselo dos veces envió a uno de sus generales a rescatar al Sengokobune secuestrado y a dar una nueva lección a los Fénix.

No obstante, ni los expertos marinos que eran los seguidores de Kaimetsu-Uo, ni los hábiles shugenja que había entre los Fénix, pudieron anticiparse a la terrible tormenta que se desató sobre la flota de los Isawa, algo que muchos se apresuraron a apuntar como un castigo de los Kami. A lo tres días de tormenta, tan sólo quedaba a flote la sengokobune Mantis, más recia que las embarcaciones Fénix que se habían ido a pique; el samurai al mando de aquella embarcación no era otro que Isawa Moritei, quien ávido de venganza fue el primero en abordar el navío enemigo. Ahora el Isawa se encontraba con una tripulación mermad y donde los samurai Fénix eran superados en número por buke Mantis; sin embargo no hubo enfrentamientos entre unos y otros ya que la única lucha que tenían que afrontar era contra la furia desatada del Mar y el Viento.
Codo con codo, los hombres de ambos Clanes trabajaron duro para tratar de sobrevivir a la inclemencia de los elementos, pero si la tormenta no arreciaba, sabían que era una batalla que tenían perdida.

El sacrificio de Ikoru.

A muchas millas de distancia, sobre un acantilado de la Aldea del Fin del Camino, Asahina Ikoru esperaba el regreso de su amado y rezaba una y otra vez a Suitengu y Kaze-no-Kami para que lo llevaran de vuelta a su lado, su insistencia era tal que ni siquiera aquellas dos Fortunas, tan desentendidas de los sentimientos humanos pudieron hacer oídos sordos a las súplicas de la Grulla.
Fue una tarde cuando Ikoru estaba a punto de volver a la aldea cuando Suitengu apareció ante ella y le comunicó la suerte que corría su prometido. La Asahina le pidió entonces que cesara la tormenta, a lo que la Fortuna se negó ya que los Fénix, en su arrogancia, se habían creído maestros del Mar cuando él era el único Maestro. Ikoru, desconsolada argumentó cuánto había ella rezado antes de que embarcaran para pedir la protección de Suitengu, pues ella sí sabía quién era el señor de los mares, y la Fortuna, convencida decidió acceder a sus plegarias. Sin embargo le advirtió que aunque perdonaba a Moritei, no haría nada por devolverlo a su hogar y que sólo Kaze-no-Kami podría empujar las velas de la embarcación del Isawa. Agradecida, Ikoru prometió construir una capilla en el acantilado para que reverenciara a Suitengu.
Cuando la fría Fortuna hubo partido, Ikoru supo que aunque sobreviviera, solo mediante la mediación de Kaze-no-Kami, podría regresar Moritei. Desesperada, la Asahina hizo una promesa para que se la llevara el viento y así la Fortuna sabría de su disposición: si su prometido volvía empujado por el soplo de Kaze-no-Kami, ella generaría un viento todos lo años a partir de su llegada para que la Fortuna fuese insuflada de nuevas energías. Ella crearía un nuevo viento.

Un mes más tarde, un maltrecho Moritei llegaba al puerto de la Aldea del Fin del Camino a bordo de una kobune. Llegaba solo y más tarde relató la pérdida de sus hombres en una tormenta que acabó con toda la flota. Él había sobrevivido gracias a las Fortunas que le proveyeron de una tabla donde resguardarse, hasta que al cabo de unos días una kobune solitaria y abandonada aparecía ante él; maravillado narró como el viento nunca dejó de soplar las maltrechas velas de su embarcación hasta que divisaron la costa Fénix.

La promesa.

Una vez reunidos, Moritei e Ikoru cruzaron sus miradas y se dijeron más cosa de las que pudieran expresarse con palabras. En el acantilado donde Ikoru rezara tanto, la Asahina y el Fénix se besaron pro última vez, y ambos realizaron los votos para convertirse en monjes. Moritei se retiró a un templo cerca de Kyuden Isawa desde el cual trata de alcanzar la iluminación y la templanza que le faltaron en vida. Ikoru por su parte fundó una capilla dedicada a Suitengu en el acantilado donde hablara con ella y se convirtió en su abadesa. Cada año a partir de entonces, un día en concreto, la Hermana Ikoru se situaba al borde del acantilado y batía el abanico que se iba a convertir en el regalo de bodas para su prometido, y que se convirtió en el pago de una promesa.
Desde aquel día, el Abad del templo siempre ha ido el día señalado, tras tomar el abanico, a cumplir la promesa de Ikoru en honor de las Fortunas. Desde el primer día, una suave brisa marina sopla desde el norte y recorre la costa Fénix.

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The first step to mastering the wind is learning that you can never be its master.


Akari chan

Vie Nov 26, 2004 8:01 pm

¿Cuál es el plazo de entrega?

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"Mucha Belleza Peligrosa y muchas gaitas, pero no puedes competir con mis 130 de pecho"

- Akari, echando por tierra su dignidad.


Soshi Mishi

Lun Nov 29, 2004 5:44 pm

Konnichiwa.
Hasta el 29 de Diciembre.
Soshi Mishi, Magistrada Imperial.

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"Que Benten os guíe en todas vuestras acciones"


Soshi Mishi

Jue Dic 30, 2004 7:55 pm

Saludos.
Bueno, como quiera que se ha cumplido el plazo, y sólo dos bravos samurai han derrochado esfuerzo e imaginación, ambos son acreedores a los 5 puntos.
Felicidades.
Soshi Mishi, Magistrada Imperial.

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"Que Benten os guíe en todas vuestras acciones"


Isawa Koushi

Vie Dic 31, 2004 1:42 pm

Yuju!!!

Esto .. digo .. Dômo arigato goazimasu Magistrada-sama.

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