Copos de Nieve. [Día 9, Media hora pasada de Bayushi; 18:30]


Isawa Koushi

Mar May 10, 2005 11:08 pm

Kakita Arimi e Isawa Koushi

Koushi hizo saber a través de una misiva a Kakita Arimi que había encontrado su abanico y que querái devolvérselo. La contestación fue una invitación para cenar en sus aposentos.

Consciente de que se arriesgaba a otra sesión como la que pasó con Shosuro Yukazu, pero con la diferencia de que esperaba la presencia de Ideyoshi, Koushi se quedó pensativo. Después decidió bañarse y vestirse de gala, no sin antes dejar preparado el regalo que le llevaría para agradecerle el detalle a la Grulla.

Con tranquilidad y rogando a la Fortuna de Benten de que estuviera con él en aquellos momentos, llamó al panel de Arimi. Por un momento se le pasó por la cabeza que debería haber rogado a Jotei, la Fortuna Reversa, que le amparase, pues a veces actuaba como un idiota. Claro, que sabía que puro de corazón no era.
Mientras debatía a cuál de las cientos de Fortunas que conocía debía haber rezado, fue sorprendido por Ideyoshi, quien le invitó a pasar tras ser anunciado.

Dentro, se inclinó ante Arimi y la saludó con gracia.

- Buenas tardes, Kakita Arimi-sama. Gracias por la invitación, no sé si soy merecedor de tal honor, pero vos lo sois sin duda una samurai honorable al hacerlo.

Mientras, fuera, comenzaron a caer delicados copos de nieve.
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Kakita Arimi

Mar May 10, 2005 11:18 pm

Arimi había pasado la tarde algo nerviosa tras leer la misiva de Koushi. Sabía que el juego que se traía con él no era lo que sus ancestros esperaban de ella, pero la sangre bullía en sus venas cuando lo sentía cerca, y el que se hubiera preocupado por devolver su abanico hacía tintinear las cosquillas en su estómago.

Así que tras dar precisas instrucciones a Ideyoshi sobre su atuendo y peinado, no dudó en recoger su cabello en un artístico moño, sencillo a la par que hermoso, alzando su melena albina sobre su cuello delgado, y sostenido por dos palillos de madera azul lacada, a excepción de un único mechón grueso, que se ondulaba sobre su hombro y caía sobre su pecho. Su kimono, largo, con una pequeña cola, era de color azul celeste, degradado a oscuro a la altura de sus rodillas, y cubierto por pequeños puntos blancos que asemejaban un cielo estrellado en una noche de verano.

Con las manos vacías, Arimi se adelantó a recibir a su invitado, no sin antes haber repasado mentalmente la preparación de la cita. Ideyoshi estaría en la habitación de al lado, convenientemente entreabierta para no dar lugar a equívocos... mientras los platos aguardaban, cubiertos, a que el criado los sirviera a los comensales. Arimi también se había preocupado de colocar un pequeño florero con un ramo de flores de ciruelo, que esparcían su tibio aroma en la sala.

Isawa Koushi-sama, no podía hacer otra cosa más que invitaros. Tenéis en vuestras manos un pedazo de mí, y os agradezco el que lo hayáis encontrado...

La joven hizo una cortés reverencia, y miró un instante a los ojos del Fénix. La noche prometía...
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Isawa Koushi

Mie May 11, 2005 7:34 pm

Koushi sonrió educamente.

- Aún así os debo una disculpa. Teníamos una cita para la sobremesa y tuve que posponerla, algo que comoprendísteis pues aceptásteis mis disculpas. Por ello, me siento en el deber de daros aquello que poseo vuestro y atreverme a doblarlo. Sé que no es tan bello como el vuestro, pero espero que sepáis ver la belleza en él. Si recordáis nuestra conversación, no será difícil.

El Isawa tendió el abanico de Arimi hacia ella, y a su lado en una pequeña caja de pino, otro abanico. Tras los rituales de etiqueta requeridos para la ocasión y antes del sí o el no definitivo, la Kakita pudo observar un el regalo: era un sencillo abanico blanco con un sol poniente en él dibujado; escrito con una bella caligrafía se leía un kanji que significaba "Copo de Nieve".

El Fénix esperó pacientemente en apariencia la respuesta de su anfitriona, esperan que comprendiese el significado de aquella frase.
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Kakita Arimi

Jue May 12, 2005 12:32 pm

Arimi sonrió cuando tomó entre sus manos el abanico y vio los kanji dibujados con mimo en él. La sonrisa se hizo más amplia, y un toque de complicidad la iluminó. Haciendo una leve reverencia, clavó sus ojos por un instante en los de Koushi, sondeando su interior como las naves Mantis surcan el Mar de Amateratsu.

Hizo un gesto para que Koushi tomara asiento, y ella lo imitó, arrodillándose frente a él mientras Ideyoshi, en silencio, destapaba los platos humeantes y el sushi frío, variado y apetecible, hermosamente condimentado para lucir sus colores brillantes sobre los platos de cerámica negra.

Cuando su criado se retiró, Arimi tomó la tetera entre sus manos y sirvió al Fénix primero, antes de rellenar su propia taza.

Espero que todo sea de vuestro agrado, Koushi-sama... Es la primera cena que organizo desde que llegué a la Corte, y confío en que todo salga según mis expectativas...

Si aquel día Arimi parecía inocente como las flores de cerezo que le prestaban su aroma, esa noche la bailarina parecía peligrosa como una Escorpión. Peligrosa y atractiva, como una Escorpión.
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Isawa Koushi

Jue May 12, 2005 6:30 pm

Un Koushi sonriente aceptó la taza de té y tras sorber delicadamente un trago, la dejó de nuevo en su lugar.

- No os preocupéis por mí, soy alguien fácil de contentar y en estas situaciones en las que podrían satisfacer al más quisquilloso de los samurai, me siento abrumado. En el buen sentido, claro.

El tono de las palabras de la artista, su forma de moverse, su mirada, su todo, advertían a Koushi de que debía tener cuidado. Sin embargo, el Fénix, como ya hiciera unos días antes, decidió seguir adelante. Ya tendría tiempo de arder si el juego iba demasiado lejos.

- Yo también espero que todo salga según vuestras expectativas, lamentaría mucho participar en una desilusión vuestra.
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Ultima edición por Isawa Koushi el Vie May 13, 2005 7:14 pm, editado 1 vez
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Kakita Arimi
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MensajePublicado: Vie May 13, 2005 6:34 pm Responder citando Back to top

Arimi sonrió satisfecha mientras paladeaba la comida. Todo estaba en su punto, el ambiente que daban las lámparas de papel era cálido y acogedor, y la decoración de su habitación era esmerada. Los tonos celestes de su ropa contrastaban con el color crema del tatami, y su cabello, recogido, realzaba su cuello y hombros estrechos, delgados, frágiles.

Observó al Fénix mientras comía. Su semblante parecía tranquilo, como siempre. Aquel hombre era insondable, y Arimi se sentía descolocada. Sabía que la atracción que sentía por él tenía poco de honorable, y en cierto modo le retraía lo que pudiera pensar su clan si se enteraban de todo aquello... que de momento no había ido a más.

Decidió jugar por terreno resbaladizo y tantear a Koushi.

Creo que alguien como vos jamás me desilusionaría. Parecéis tan... correcto, tan... honorable... Honorable como un Grulla.

Estas últimas palabras pillaron por sorpresa a Koushi. ¿Cómo entenderlas? ¿Insinuaba que ella no tenía pensado "actuar" de ninguna manera para con él, siendo así ambos honorables, o que si él creía que podría intentar algo con ella, Arimi estaría de acuerdo? Había partidas de go mucho más sencillas que hablar con la bailarina.

¿Sabéis, Koushi-sama? El otro día tuve ocasión de conocer a Shosuro Yukazu-sama, de la que tuvisteis a bien hablarme hace unos días. Ella también me habló de vos...

El brillo que ahora cubrió los ojos de Arimi hería más que el acero de la katana de sus hermanos duelistas. Sacando una pequeña frasca de cerámica de un cuenco con agua caliente, la envolvió en un paño y tomando la taza del shugenja, la rellenó de sake, tendiéndola hacia él para que la cogiera.

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Kakita Arimi

Vie May 13, 2005 6:34 pm

Arimi sonrió satisfecha mientras paladeaba la comida. Todo estaba en su punto, el ambiente que daban las lámparas de papel era cálido y acogedor, y la decoración de su habitación era esmerada. Los tonos celestes de su ropa contrastaban con el color crema del tatami, y su cabello, recogido, realzaba su cuello y hombros estrechos, delgados, frágiles.

Observó al Fénix mientras comía. Su semblante parecía tranquilo, como siempre. Aquel hombre era insondable, y Arimi se sentía descolocada. Sabía que la atracción que sentía por él tenía poco de honorable, y en cierto modo le retraía lo que pudiera pensar su clan si se enteraban de todo aquello... que de momento no había ido a más.

Decidió jugar por terreno resbaladizo y tantear a Koushi.

Creo que alguien como vos jamás me desilusionaría. Parecéis tan... correcto, tan... honorable... Honorable como un Grulla.

Estas últimas palabras pillaron por sorpresa a Koushi. ¿Cómo entenderlas? ¿Insinuaba que ella no tenía pensado "actuar" de ninguna manera para con él, siendo así ambos honorables, o que si él creía que podría intentar algo con ella, Arimi estaría de acuerdo? Había partidas de go mucho más sencillas que hablar con la bailarina.

¿Sabéis, Koushi-sama? El otro día tuve ocasión de conocer a Shosuro Yukazu-sama, de la que tuvisteis a bien hablarme hace unos días. Ella también me habló de vos...

El brillo que ahora cubrió los ojos de Arimi hería más que el acero de la katana de sus hermanos duelistas. Sacando una pequeña frasca de cerámica de un cuenco con agua caliente, la envolvió en un paño y tomando la taza del shugenja, la rellenó de sake, tendiéndola hacia él para que la cogiera.

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Isawa Koushi

Vie May 13, 2005 7:36 pm

Allí estaba. Koushi hjizo esfuerzos para que el sushi que llevaba a su boca no cayera por su temblor imperceptible. Comió y después llegó el segundo mazazo. Por suerte la Kakita le tendía sake para poder evitar el atragantarse. Por supuesto bebió.

- ¿Y os habló bien o mal?¡Oh!¿Pero qué hago? No hace falta que contestéis, estaría mal que me contáseis las confidencias que ella os hizo. La mirada del Isawa se levantó ya que tenía la cara un tanto inclinada. Si la mirada de Arimi era cortante, la de Koushi era venenosa. Aún así, no recuerdo haberme comportado de modo incorrecto y suelo ser discreto en cuanto al trato con una dama cuando tomo algo con ella.

Allí estaba la contestación. Podía interpertarse de varias maneras. Quizás Koushi decía que él no cuenta nada de lo que hable con alguien; o quizás quería dar a entender que si actuaba de manera poco honorable, nadie lo sabía. O tal vez sólo quería decir que no le importaba lo que Yukazu hubiera dicho, por ser alguien seguro de sí mismo o porque no le importaban las consecuencias.

El Isawa apuró su taza de sake y la dejó en el tatami. Su ropa no desentonaba en aquel entorno tan preciosista, ya que aunque no era de tan buena factura como la de Arimi, seguía siendo bonita. Su rostro mostraba una sonrisa aún sin hacerlo con los labios, mientras que sus ojos eran extraños. Muy extraños. Parecía que algo los hacía brillar, algo dentro de él. Sobretodo el ojo izquierdo, el de la marca.

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Kakita Arimi

Vie May 13, 2005 7:44 pm

Arimi mantuvo la mirada del Isawa. Aquello se asemejaba más a una ardua lucha entre dos shugenja avezados que a una cena entre cortesanos. Pero disfrutaba. En el fondo de su frágil corazón, a Arimi le gustaba que la situación fuera tensa, imprevisible.

Las palabras sobre Yukazu cayeron sobre ella como un jarro de agua fría. Y más que las palabras, la expresión del rostro de Koushi cuando habló sobre ella. Aquel hombre era un enigma. Más que la propia Arimi.

Pero ella era joven, apenas había salido de su hogar, y sus dieciséis años tiraban más de ella de lo que podía hacerlo el honor de su familia. Y más si nadie se enteraba de ello...

Cuando vio que Koushi dejaba la taza sobre el tatami, Arimi se incorporó, se sentó de nuevo al lado de él, de espaldas a la abertura de la puerta por la que Ideyoshi velaba por su castidad, y recogió la taza para rellenarla.

La proximidad con la joven era como estar al lado de un ascua ardiendo. Podía distinquir la vena del cuello bajo la piel fina, pálida, palpitando apresuradamente. Su aroma inundó el olfato de Koushi, y cuando hubo rellenado la taza, se la ofreció mientras un dedo tembloroso de la otra mano se aproximó hasta rozar su rostro y dibujar con la yema la marca en forma de sol.

¿Puedo preguntaros el origen de este sol?

El aliento de la joven olía a menta, dulce y cálido.

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Isawa Koushi

Vie May 13, 2005 7:51 pm

Koushi respiró profundamente, necesitaba de todo su autocontrol para no estropearlo todo. Pero es que la Kakita se lo estaba poniendo muy difícil. Yukazu le parecía una monja al lado de Arimi.
Ante la pregunta y el tacto de los dedos de Arimi, el Fénix trató de portarse lo más tranquilamente posible.

- Podéis; otro asunto es que os conteste o que la respuesta que obtengáis sea de vuestro agrado.

Koushi sonrió, esperando que aquello confundiera a la Grulla para poder él tomar la inicitiva.

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Kakita Arimi

Vie May 13, 2005 8:01 pm

Aquello enfrió totalmente los ánimos de Arimi. En su hermoso rostro pudo verse dibujada la decepción por la frialdad de la respuesta del Fénix, y apartando su mano, dejó la taza encima de la bandeja, conteniéndose para no dar un golpe que derramara el sake encima de Koushi.

Se incorporó lentamente, dio un par de pasos hacia atrás y regresó a su asiento, donde pugnó porque el rubor no iluminara sus mejillas. Por primera vez en su vida se sentía rechazada, y aquello.... aquello estaba haciéndole hervir la sangre.

Cogió sus palillos y siguió comiendo en silencio, con la mirada gacha y la mano izquierda crispada sobre su muslo.


OUT- Una monja jaaaaaaaaaaajajajajajajaj qué bueno

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Isawa Koushi

Sab May 14, 2005 11:08 am

Quizás hubiera estado un poco brusco. Bueno, quizás no, a la vista de los resultados había estado muy brusco.

Su intención no era ser tan rudo, pero había ciertos temas de los que era conveniente no hablar. Menos con alguien que no pudiera comprenderlos.

- Siento haberos contestado así, pero es un tema delicado que trae malos recuerdos a mi mente. Eso unido a que estaba un poco nervioso ha hecho que me comporte de una forma inadecuada. No quiero excusarme, sé que no puedo, pero humildemente os pido perdón.

Koushi que había dejado de comer, agachó su cabeza frente a Arimi, quedándose en esa posición hasta recibir respuesta.

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Kakita Arimi

Sab May 14, 2005 4:17 pm

La voz de Arimi sonó gélida en los oídos del Fénix. Bajo la frialdad, sin embargo, podían descubrirse el anhelo contenido y el orgullo herido.

No tenéis que disculparos. He sido yo quien se ha... propasado en su cordialidad. Pero todos tenemos lecciones que aprender...

La bailarina bebió sake, sintiendo el ardor del alcohol deslizándose por su garganta unido al que sentía ya de por sí en su interior.

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Isawa Koushi

Dom May 15, 2005 6:27 pm

- Aún así aceptad mis disculpas. Yo he aprendido una lección, y espero que gracias a ello no vuelva a cometer el mismo error.

Koushi volvió a inclinar su cabeza y después la levantó, tomando algo de sake.

- El sol que decora mi rostro es una marca de nacimiento, y aunque es un símbolo de buen augurio, me temo que llevó a la confusión a mis allegados ya que me puso en un camino que se mostró que no estaba hecho para mí.

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Kakita Arimi

Dom May 15, 2005 6:33 pm

Arimi sintió una corriente de agradable calidez recorriendo su cuerpo. A pesar del orgullo herido, reconocía el intento del Fénix por reconciliar la situación, ya de por sí tensa. Intentó sonreír, pero sus labios sólo se combaron un poco, y en lugar del gesto agradable que intentaba transmitir, pareció algo rígida e incómoda.

Bebió un sorbo de sake para intentar deshacer el nudo que atenazaba su garganta antes de conseguir decir dos palabras seguidas en voz audible.

Confío en que vuestros pasos ahora se encuentren en el camino que los kami marcaron para ellos. Nada me apenaría más que ver a un buen shugenja persiguiendo un destino que no le pertenece.

La joven cogió otro pedazo de sashimi y lo masticó, pensativa.

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Isawa Koushi

Dom May 15, 2005 6:37 pm

- ¿Y cómo saber muchas veces si el camino que se recorre es el correcto? El honor es una buena guía, pero a veces hay varios senderos paralelos que no llevan al mismo destino. Sólo espero estar haciéndolo bien, con cada paso que doy siento que me acerco a mi Destino, pero no sé si éste es bueno o malo. Aún así, lo buscaré con honor para estar seguro de que no defraudo a mis ancestros.

Koushi hablaba de una forma un tanto extraña, como si el destino que le aguardase le hubiese sido velado en cierta forma, pero a él no le hubiera convencido.

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Kakita Arimi

Dom May 15, 2005 6:44 pm

Arimi casi se atraganta. La mención de la búsqueda del camino del samurai a través del honor era casi una afrenta directa a lo que había ocurrido segundos antes. Esta vez el rubor cubró sus mejillas contra todos sus esfuerzos por evitarlo, y tuvo que beber té en abundancia para conseguir serenar sus sentidos.

Hizo un gesto a Ideyoshi para que rellenara los cuencos de arroz y repusiera los platos vacíos.

Los palillos temblaban en las manos de la bailarina, y aquello no pasó desapercibido para el Fénix.

Ahora, varios pastelillos de arroz rellenos de pasta de alubia dulce, así como pequeños pedazos de pollo cubiertos por un rebozado crujiente y acompañados de una salsa algo picante se presentaban ante los comensales.

Arimi, con un esfuerzo, se dedicó a comer antes de conseguir elaborar una respuesta coherente.

A veces es difícil distinguir el camino más honorable, sobre todo cuando se lucha contra la propia naturaleza. Pero no todos los destinos son honorables. Y no todos podemos acabar bien. Confío en las Fortunas mis pasos por esta vida.

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Isawa Koushi

Dom May 15, 2005 10:42 pm

Koushi notó que sus palabras comenzaban a tener efecto sobre la Grulla. Cierta sensación de triunfo le embargó, pues sentía que le había dado la vuelta a la tortilla.
Pero él buscaba hacerle pasar un mal rato a la Kakita, sino todo lo contrario pues quería pasar una velada inolvidable con ella.
Quizás todo aquello había servido para no ir tan rápido; Koushi se sentía atraído por Arimi desde antes de llegar, y por ello no comprendía porque desde un principio su anfitriona había ido tan rápido. Aquello le dio miedo al Fénix.

Ahora tenían la oportunidad de comenzar de nuevo, y esta vez sería él quien se expondría.

- Yo también confío en las Fortunas, por supuesto. Y con respecto al honor, pienso ser honorable como una Grulla.

El Isawa se quedó mirando a Arimi para ver el efecto de sus palabras nuevamente.

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Kakita Arimi

Lun May 16, 2005 4:12 pm

Arimi sintió su sangre hirviendo repentinamente bajo su piel. Su pulso se aceleró, y no supo hacer más que mantener su cara impasible, hasta procesar lo que allí ocurría. ¿A qué venía aquello? Si tenía la misma intención que cuando ella lo había dicho, realmente la situación cambiaba sustancialmente. Incapaz de reaccionar, la joven intentó interesarse por la comida, pero sus ojos, cuyo brillo ahora abrasaba todo aquello donde se posaba, retornaban una y otra vez al rostro de Koushi.

Mojó sus labios en el sake, tratando de encontrar de nuevo el valor que su orgullo herido se negaba a prestarle.

La Grulla... sí, somos un clan honorable, pero quizás... no del modo en el que pensáis. Nuestros samurai son bravos, y nuestros cortesanos... bueno... tenemos una forma distinta de considerar la vida. El honor rige nuestras vidas, pero hay ocasiones en las que para conseguir lo que se desea, hay que apartarse de las convenciones del honor. No implica que perdamos nuestra honra, sino que a ojos de otros quizá sí lo hiciéramos. Por eso, una Grulla... sólo se mostrará tal como es cuando esté segura de que es comprendida.

La joven posó sus ojos sobre los de Koushi, y dentro de ellos el shugenja pudo atisbar dos oscuros pozos de pasión.[/b]

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Isawa Koushi

Lun May 16, 2005 5:38 pm

Koushi sintió como una oleada de calor le recorría y sabía de dónde venía. Eran aquellos ojos, aquellos dos pozos donde se arrojaría sin dudarlo. Su respiración denotó su estado de ánimo y tuvo que beber sake pues su garganta se había secado de repente.

- Creo que os entiendo, mi señora. Y coincido con vos ... coincido con vos.

Al Isawa le costaba construir frases largas pues no quería pensar. En ese momento quería disfrutar de lo que tenía ante sí, aunque fuese su perdición, en ese momento sólo quería escuchar a Arimi y su propia voz le parecía horrible y fea.
Koushi se quedó mirando a la Grulal con sus labios entreabiertos y húmedos por el sake; sus ojos brillaban a causa de la bebida, pero también por el reflejo de la pasión de Arimi, cual espejos.

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Kakita Arimi

Mar May 17, 2005 12:14 pm

La joven sentía su pulso, acelerado, palpitando bajo la piel fina de su cuello. La tensión que se había formado entre ambos era casi tangible, y había llegado a un punto en el que no sabía cómo reaccionar. Desde luego, esta vez no sería ella quien se aproximara. Tras la negativa anterior, todo se había vuelto confuso. ¿Qué había cambiado de repente entre ellos para que Koushi, al parecer, cambiara de opinión? Ese Fénix era tan enigmático que no podía ni siquiera intuír por dónde saldría.

Intentó llevarlo a su terreno, donde se sentiría más cómoda.

Tras la cena tengo que ensayar con la biwa, Koushi-sama... Quizá querráis quedaros y tomar una taza de té...

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Isawa Koushi

Mar May 17, 2005 1:00 pm

- Sí. La respuesta fue pronta e inconsciente. En aquellos momentos diría que sí a cualquier cosa que le propusiera la Grulla. Aunque trató de comportarse. Será un placer y un honor, mi señora. Os agradeco que me tengáis en tal estima, pues no puedo imaginar qué puede haber hecho un humilde samurai como yo pare recibir tales consideraciones.

Koushi no quería seguir cenando, de repente no tenía apetito. Bebió un poco más de sake, el último trago se dijo, y esperó a que Arimi decidiese que la cena había concluido. La verdad es que el Fénix había probado poco bocado y bebido un par de tazas de sake, pero ni era alguien de buen yantar ni le apetecía en ese momento.

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Kakita Arimi

Mar May 17, 2005 1:07 pm

La repentina respuesta de Koushi había pillado por sorpresa a Arimi, y sus mejillas acusaron el asombro. Pero a fin de cuentas, a cada instante transcurrido se encontraba más y más cerca de lo que deseaba.

Apartando los ojos del Fénix por un momento, contempló la mesa. Sobre ella todavía quedaba gran parte de la comida, pero el shugenja parecía no tener apetito. Y para ser sincera, Arimi tampoco tenía en mente comer. Por ello, hizo un pequeño gesto a Ideyoshi para que recogiera los platos y la mesa.

Arimi se incorporó y acusó el entumecimiento de sus piernas. Intentando mantener el equilibro, despareció en sus aposentos privados y regresó con una biwa. Ahora el té estaba servido en una pequeña bandeja, y la rendija de la puerta por la que vigilaba a la pareja se había vuelto escandalosamente estrecha.

La joven se sentó sobre sus talones, arrodillada, y acomodó la biwa sobre sus muslos. Esbozó una sonrisa.

Espero que perdonéis mis fallos, Koushi-sama. Os advertí que era un ensayo...

Y comenzó a rasgar las cuerdas con suavidad.

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Isawa Koushi

Mar May 17, 2005 1:22 pm

Koushi se alegró de que Arimi decidiera tocar el biwa y dar por terminada la cena. En el tiempo que transcurrió meintras la Kakita cogía su biwa y todo era preparado, el Isawa pudo pensar acerca de lo que estaba ocurriendo allí y lo que se jugaba.
Justo antes de que Arimi se dirigiese a él, llegó a la conclusión de que no hacía mal a nadie ni faltaba a su honor mientras todo siguiese tal cuál iba.

Después se sumergió no en las notas del biwa, sino en Arimi intrepretando.

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Kakita Arimi

Mar May 17, 2005 1:28 pm

La melodía que surgía del instrumento era dulce, y a la vez tenía cierto deje de tristeza. El comienzo, suave, daba una sensación de apacible tranquilidad, como la que siente el que contempla los vastos campos de los Asahina, donde tantos monjes y samurai van a meditar. Koushi casi podía sentir la brisa marina agitando su cabello.

Pero conforme avanzaba, la melodía se tornó más apasionada. La angustia se reflejaba en las notas que volaban en la habitación, uno podía imaginarse lo que sentía aquél que compuso esa pieza. Un hombre abandonado por las Fortunas, olvidado por todos, muertos sus seres queridos...

Sin embargo, el cambio de la música fue apenas perceptible. Poco a poco, una alegre tranquilidad tomó las cuerdas de la biwa, reflejando la paz de espíritu que un samurai puede alcanzar cuando su alma descansa.

Cuando la pieza concluyó, Arimi alzó la mirada y vio los ojos de Koushi, escrutándola. La sonrisa volvió a sus labios, acompañada de una leve inclinación de cabeza.

Espero no haberos aburrido, Koushi-sama.

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Isawa Koushi

Mie May 18, 2005 12:27 pm

Koushi se deleitó con la música, inundándose de los sentimientos que evocaba Arimi con el biwa. Como la música misma, el ánimo del Fénix iba cambiando sutilmente pasando de la tranquilidad a la tristeza, y de ésta a la alegría.

Así, alegre, sonrió Koushi a Arimi.

- Hay que ser muy obtuso para aburrise con vos, Kakita Arimi-sama, muy obtuso. Os agradezco este placer que me habéis concedido. Ojalá pudiera yo devolveroslo.

El Isawa había dotado de una entonación especial cierta palabra que pronunció, sin duda toda una insinuación.

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Kakita Arimi

Mie May 18, 2005 12:36 pm

La Grulla apartó la biwa de su regazo, y entornando la mirada, ladeó la cabeza levemente y con un gesto completamente estudiado pero no por ello menos sensual, llevó sus manos al moño que recogía sus cabellos y se retiró los dos palillos que lo sostenían. Su melena blanca cayó sobre su espalda como una cascada, y varios mechones enmarcaron su rostro, deslizándose sobre su pecho.

Podéis, Koushi-sama, podéis...

Arimi fijó la mirada en los ojos del Fénix mientras enredaba sus dedos entre el cabello liberado, pasó levemente la punta de su lengua sobre sus labios, humedeciéndolos apenas. Si lo de Koushi había sido una insinuación, aquello era toda una declaración de intenciones.

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Isawa Koushi

Mie May 18, 2005 12:49 pm

Koushi asintió y susurró unas palabras que Arimi no llegó a escuchar completamente; después sintió como una débil ráfaga de aire soplaba sobre ella y jugaba con sus cabellos para al momento dejar de sentirla, entonces escuchó como el panel shoji por el que Ideyoshi vigilaba se cerraba a sus espaldas.

El samurai Fénix se acercó a la Grulla y acercó su mano hacia su cabello, enredando sus dedos en aquella cascada que lo tenía hipnotizado; después inclinó su cabeza hacia el cuello de Arimi y susurró unas palabras en su oído, para comenzar a besarle el cuello delicadamente.

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Kakita Arimi

Mie May 18, 2005 1:00 pm

Arimi sintió cómo su piel se erizaba allí donde Koushi depositaba sus besos. Por su espalda cruzó, como un relámpago, un escalofrío que la hizo estremecerse como nunca había hecho antes.

De repente, sintió cómo su frágil corazón se aceleraba más de lo que su delicada salud podía permitirse.

Pero no, no. Ahora no...

Luchando contra su propia debilidad, alzó sus manos hasta que una encontró la mejilla del Fénix y la acarició con las yemas, apenas rozándola. Le sorprendió la suavidad de su piel, semejante a la suya. La otra mano subió por su pecho hasta el cuello de Koushi, y posó su mano ahuecada sobre él, acariciando con suavidad su cabello oscuro, tan distinto, sin embargo, al suyo.

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Isawa Koushi

Mie May 18, 2005 1:07 pm

Koushi sguía acariciando el cabello de Arimi, sus ojos cerrados y dejando que el tacto y el olfato lo guiasen por ella. La piel nívea de la Kakita despedía un perfume que embriagaba al shugenja y hacía que no quisiese separar sus labios de ella. Recorría su cuello poco a poco, comenzando desde atrás de sus orejas hasta llegar a su clavícula, cuya silueta dibujó con sus besos, para subir de nuevo hasta la parte contraria.

Ya no había razón en Koushi, sólo su alma respondiendo a la de la artista. Había dejado que su conscienca se expandiera y le estimulara al encontrarse con la de Arimi.

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The first step to mastering the wind is learning that you can never be its master.


Kakita Arimi

Mie May 18, 2005 1:19 pm

Arimi apenas podía dominarse. Sí, había habido tonteos con otros chicos en la Escuela Kakita, pero nunca había llegado tan lejos. Sus sentimientos, tan confusos, fueron dejados de lado, así como su raciocinio, que pulsaba su cerebro indicándole lo poco honorable de lo que estaba ocurriendo. Pero no estaba dispuesta a escuchar a nada ni a nadie que no fuera Koushi.

La mano que había posado sobre los cabellos del Fénix se deslizó suavemente hasta su otra mejilla, teniendo entre sus palmas, por fin, el rostro de Koushi. Lentamente, sin forzarle, alzó su rostro hasta encontrarlo frente a ella, y le miró a los ojos un instante.

Su pecho subía y bajaba, acelerada la respiración, bajo el tenue kimono de seda celeste. La boca, con los labios entreabiertos, sonrosados por la emoción, era toda una invitación al deseo.

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La vanidad es el lujo de aquellos que somos verdaderamente perfectos


Isawa Koushi

Mie May 18, 2005 1:55 pm

Invitación recogida por Koushi tras unos segundos en los que el tensai sintió que a veces merecía la pena mirar al sol directamente.

Después llevó sus labios hacia los de ella con tranquilidad, como si la pasión hubiera que administrarla en pequeñas dosis. La mano que acariciaba su pelo se situó en la nuca, y entonces comenzó a llevar a Arimi hasta el tatami, situándose él encima.

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Kakita Arimi

Mie May 18, 2005 3:00 pm

Sintió, bajo la espalda, el cáñamo duro pero flexible del tatami, y contra su pecho, el torso de Koushi, apenas un pétalo sobre la mano. Aquel beso... fue todo lo que había deseado desde que puso sus ojos por primera vez en el Fénix. Había algo que irradiaba y la atraía hacia él como una polilla hacia la llama. Pero sabía también que podía quemarse...

Sin embargo, en ese momento no pensaba en discernir el bien del mal. Sólo era consciente de la boca de Koushi sobre la suya, de su sabor, de su respiración contra su rostro, del tacto de su cabello que ahora se derramaba a un lado sobre su hombro, sedoso y limpio. Sólo deseaba verse libre de las ataduras con que la Grulla la había parido, y ese hombre era la puerta de escape a todo lo que la había cohibido durante tantos años.

La mano de Arimi, guiada por sus instintos, se situó entre ambos, acariciando la piel del cuello y del pecho de Koushi que quedaba al descubierto por el escote del kimono.

Su primer beso... sí, aquello era todo lo que podía desear.

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Isawa Koushi

Lun May 23, 2005 7:03 pm

Koushi siguió besando a la Grulla, dejando que sus cabellos se mezclaran con los de ella y creando un bello contraste. Las caricias de Arimi lo exitaban por la suavidad de las mismas y por su proceder.

No era la primera vez que el Fénix estaba en contacto íntimo con una mujer y pudo notar ciertas pautas en Arimi, y aquello lo puso en sobreaviso.

Que Benten me perdone. ¿Qué estoy haciendo?

El Isawa separó sus labios de la Kakita y la miró; sus rostros estaban muy cercanos y la respiración de ambos se mezclaban en una sola armonía.

- Arimi-san ...

No supo qué más decir, o al menos no supo cómo decirlo.

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Kakita Arimi

Lun May 23, 2005 7:50 pm

Los besos de Koushi eran suaves como los copos de nieve con los que la había comparado, sus labios suaves, el sabor de su boca... todo en él la hacía sentirse como si en lugar de tener el tatami bajo su espalda fuera una nube que el tensai hubiera conjurado bajo los amantes. Las manos de Arimi se deslizaron por la espalda de Koushi, sintiendo el hueco de la columna vertebral en el medio, ese hueco que la traía casi loca...

Por eso, cuando se apartó apenas unos centímetros de ella, casi sintió dolor físico por la separación. Lentamente, abrió los párpados, mientras respiraba el aire que Koushi exhalaba. Sus palabras se derramaron en los oídos de Arimi como la más dulce de las mieles.

Aquel punto era complicado. Arimi comprendía por qué Koushi se había detenido, ya que ella misma estaba comenzando a sentirlo. Era como una inercia que los arrastrara en el camino del deseo, obligándolos a arrancarse la ropa y rodar entrelazados por el tatami, a fundir sus cuerpos en un único ente lleno de amor y pasión. Si Arimi se dejaba llevar por sus instintos, todo aquello sucedería, siempre y cuando el Fénix fuera de su misma opinión... Pero si él se había contenido, seguramente fuera por temor a lo que allí pudiera ocurrir.

Así que con la más dulce de las sonrisas que le fue capaz dibujar en sus labios sonrojados por la excitación, llevó sus manos desde la espalda del joven hasta sus mejillas, y las acarició apenas rozándolas.

Koushi-san... Hay tanto... tanto que quiero deciros, tanto que quiero sentir a vuestro lado... Pero... quizás la precipitación sea mal consejera... Aunque también la más dulce...

El rostro de la bailarina era un remanso de felicidad. Sus ojos, aunque brillantes hasta entonces con la luz de la juventud, ahora eran dos estrellas colmadas por el bien de los dioses. La expresión tranquila de su rostro contrastaba con el rubor intenso que cubría sus mejillas, y su boca, entreabierta, se extendía con la más radiante de las sonrisas.

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Isawa Koushi

Mar May 24, 2005 8:36 pm

Koushi suspiró; ella parecía ser consciente de que aquello no podía ir tan rápido. Había que tener en cuenta muchos factores y la verdad es que l Fénix ni siquiera se había preocupado por preguntar si estaba comprometida.

Mejor pararlo ahora que se podía. O al menos pausarlo.

- Tan dulce como vuestros labios, Arimi-chan. Pero sigue siendo mala consejera. Koushi no se incorporó aún, no hasta asegurarse de que la Grulla comprendía lo que quería hacerle entender. La Corte de Invierno acaba de comenzar y son muchas las noches que tenemos frente a nosotros; démonos tiempo y aseguremos el camino que vamos a recorrer.

No quería ser malinterpretado, en aquellos momentos la Kakita le parecía tan frágil y dulce que ni se le pasaba por la cabeza hacer algo que la pudiese dañar; por eso mismo dijo lo que dijo.

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Kakita Arimi

Mar May 24, 2005 8:45 pm

La sonrisa se mantuvo en los labios de la Kakita, que se obligó a sí misma a tener un poco de sangre fría y pensar en lo sensato de las palabras de Koushi. Sí, eran sensatas, pero...

Pero nada. Apenas hacía dos días que había llegado a la corte, y tenía tres largos meses por delante en los que, si Benten así lo disponía, las noches como aquella llegarían a ser un pequeño tesoro que cuidar celosamente de las indiscretas miradas de otros.

Sí, habría tiempo de sobra para todo.

La disposición tranquila de la muchacha se dejó traslucir en su rostro, y con delicadeza, se fue incorporando a la vez que el Fénix, hasta quedar de pie, con el kimono algo arrugado y la melena indómita sobre su espalda.

Cómo no hacer caso de palabras tan prudentes, Koushi-san. Si todos vuestros consejos son tan sabios, quizá vuestros hermanos debieran darse cuenta de cuán preciosa mente guardan entre sus hijos.

Arimi se recogió el cabello de nuevo con los dos palillos, aunque su moño no quedó tan tenso como el anterior. Encajaba mejor con su actual estado de ánimo, relajado y distendido.

Sólo espero no haberos importunado con mi... falta de experiencia.

La joven se cogió de las manos y miró al suelo, mordisqueándose el labio inferior.

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Isawa Koushi

Mie May 25, 2005 2:31 pm

Koushi, quien se había levantado junto a la Kakita, tomó las manos de ella entre las suyas.

- ¿Importunarme? Bromeais sin duda. Arimi-chan, ¿importuna la flor que se abre con la mañana al jardinero? Habría de ser alguien muy bruto para molestarse con la belleza que nace de la primera vez. No os preocupéis, no cuando tenga que ver conmigo.

La voz del Isawa era un susurro como siempre, pero con un toque intimista y más delicado que otras veces.

- Ahora debo seguir mi propio consejo, al menos para comprobar si tenéis razón y son tan buenos.

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Kakita Arimi

Mie May 25, 2005 3:21 pm

Arimi se rió entre dientes ante la última frase del Fénix, mientras sentía sus manos entre las de él. Sí, aquella cena había sido más de lo que se hubiera atrevido a esperar antes de que él llegara, pero ahora que se marchaba...

Ahora que se marchaba, a pesar de la buena disposición de ambos y de que se separaban de mutuo acuerdo, Arimi no podía evitar sentir un nudo en el estómago. Una leve punzada en la nuca la advirtió de lo fugaz de aquel encuentro, y de las escasas perspectivas de que éste se repitiera. Conforme todo esto pasaba por su cabeza, su rostro se fue enfriando, hasta adquirir la expresión que habitualmente tenía, de fría distancia e indiferencia. Sin duda, una máscara, pues Koushi había podido descubrir el verdadero rostro de la bailarina.

Pero aun así, algo dentro de sus ojos había cambiado. Por mucho que se esforzara en intentar recomponerse, éstos permanecían brillantes, ilusionados.

Tomaos todo el tiempo que necesitéis, Koushi-sama. Espero, sin embargo, que éste no se extienda indefinidamente...

La joven soltó sus manos y las cruzó a la espalda, mientras tamborileaba su pie contra el tatami.

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Isawa Koushi

Mie Jun 01, 2005 2:02 pm

Koushi terminó de arreglar su kimono y de peinar su cabello de la mejor fora posible.

- Arimi-san, aunque sé que disponemos de muchas vidas después de ésta y que posiblemente cuando me reencarne os busque, no voy a haceros esperar tanto. Perded cuidado que más temprano que tarde recibiréis noticias mías y podremos disfrutar de nuestro tiempo libre juntos.

El Isawa sonreía afablemente y daba a sus palabras un tono íntimo que prometía veladas como la que habían pasado.

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Kakita Arimi

Mie Jun 01, 2005 2:34 pm

El rubor afloró a las mejillas de Arimi igual que el sol colorea los pétalos de las rosas en primavera. Su mirada cayó hasta el suelo intentando controlar los latidos de su corazón y el hormigueo en la boca del estómago. No pudo más que hablar con un hilo de voz, y cuando lo hizo, sus palabras apenas llegaron a los oidos del Fénix.

En ese caso, apresuraos a cumplir con vuestras obligaciones, que yo lo haré con las mías. Ha sido un placer poder... veros.

Arimi sonrió tímidamente, mientras volvía a alzar lentamente el rostro.

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Isawa Koushi

Mie Jun 01, 2005 2:40 pm

- Hai. Hasta la próxima, Arimi-san.

El Fénix hizo una cortés reverencia a Arimi y salió de la habitación con un aire de inocencia con el que pretendía engañar a cualquiera con el que se pudiera cruzar. Había decidido no hacer la despedida interminable pues parecería que no iba a haber un nuevo encuentro, lo cual no estaba en los planes del Isawa. De hecho, ya pensaba cuándo podría citarse con ella de nuevo sin levantar sospechas.

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Kakita Arimi

Mie Jun 01, 2005 2:51 pm

Arimi correspondió a la reverencia de Koushi con otra, más larga, que no concluyó hasta que éste hubo abandonado la habitación. No quería verlo salir, y cuando se irguió de nuevo, la sala estaba vacía.

No le parecía creíble que apenas unos minutos antes hubiera estado entre los brazos del Fénix, y todavía menos factible le parecía que aquello pudiera llegar a algo. Sin embargo, ella había conseguido lo que se había propuesto, y sintió la punzada del orgullo satisfecho en su nuca. Era consciente de su belleza, pero no hasta el punto de que pudiera conseguir lo que quisiera a través de ella.

Se dio cuenta, sin embargo, de que aquello era peligroso. Esa actitud la podría acarrear problemas nada despreciables, así que interrumpió sus divagaciones cuando estaba todavía a tiempo. Ideyoshi entró entonces, con una expresión acalorada en el rostro, para recoger la habitación. Arimi no pudo sino reír divertida antes de desaparecer en sus aposentos privados, dispuesta a dormir... o a intentarlo.

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Soshi Mishi

Mie Jun 08, 2005 7:03 pm

Out:
Tema cerrado.

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"Que Benten os guíe en todas vuestras acciones"